La Habana 2 de julio 2018-

Por: Alejandro Hernández Rodríguez. Periodista independiente.

La libertad de expresión en Cuba, continúa entre rejas.

La dictadura castrista le teme a la verdad y a la repercusión, que esta pueda tener entre nuestro pueblo. Me desempeño como periodista independiente en mi patria, lo que equivale a escribir la verdad de lo que acontece en nuestra sociedad, aquellos sucesos, que la prensa oficialista se empeña en ocultar. El pasado 30 de junio del presente año, me encontraba en el municipio de la Habana vieja, repartiendo un boletín de noticias conocido como “Amanecer Habanero”, si, porque los periodistas, que confeccionamos el boletín también lo repartimos, cuando soy interceptado por la policía política, me introducen en un carro de patrulla y me conducen hasta la estación de policía ubicada en las calles Sol y Habana, en el mencionado municipio. Una vez en la estación fui despojado de mis pertenencias particulares tales como; cámara, celular, mochila, agenda etc. e introducido en un sucio calabazo, junto a detenidos por delitos comunes.

Me disponía a pasar el tiempo lo mejor que pudiera, cuando fui sacado del calabozo y entrevistado por la policía política. El oficial luego de las tradicionales amenazas, en un tono irónico me dijo –

----Mira muchacho, tú aun eres joven y hoy es sábado, ¿Por qué? en vez de andar metido en estos trajines, no estás junto a tu novia disfrutando de una hermosa playa.----a lo que respondí---

---Mi cita ahora es con mi patria, después tendré tiempo de disfrutar en libertad, junto a mi novia, de las hermosas playas cubanas—

Al parecer, mi respuesta no fue del agrado del sicario, porque me introdujeron de nuevo en el calabozo, hasta el siguiente día. Pero a pesar de estos injustificados maltratos, continuare denunciando el sufrimiento de mi pueblo, la absurda represión que ejerce la dictadura sobre los opositores, que no se doblegan a sus designios, ni las amenazas, ni las rejas, han podido detener jamás una causa justa. La dictadura siente más temor, que los hombres y mujeres, los cuales la combatimos. Queremos enviar una advertencia a nuestros represores... ¡Sicarios el final se acerca, pronto tendrán que responder por sus desmanes!

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